El año 2025 ha sido un desafío para Paula Badosa, la destacada tenista española que ha tenido que lidiar con problemas físicos que la han mantenido alejada de las canchas. A pesar de las adversidades, Badosa ha encontrado refugio en su hogar en Dubái, donde se recupera de una lesión crónica en la espalda que ha complicado su carrera. Esta situación se ha visto agravada por su reciente ruptura con el tenista griego Stéfanos Tsitsipás, lo que añade una carga emocional a su ya difícil año. Sin embargo, en medio de esta tormenta, Paula ha encontrado consuelo y apoyo en su familia, especialmente en su madre, Mireia, y su hermana, Jana.
La tenista ha compartido que su madre y hermana son sus mayores apoyos, y en una reciente sesión de fotos, se les pudo ver juntas, mostrando la complicidad y el amor que las une. «Posar las tres juntas era algo que me hacía muchísima ilusión», confesó Paula. La conexión entre ellas es evidente, y la tenista atribuye parte de su fortaleza a la influencia de su madre, quien ha sido un modelo a seguir en su vida.
### La Influencia de la Familia en la Carrera de Paula
Paula Badosa nació en Nueva York hace 27 años, en una familia vinculada al mundo de la moda. Su madre, Mireia Gibert, fue modelo, y su padre, Josep Badosa, también trabajaba en la industria. A los siete años, la familia se trasladó a Cataluña, donde Paula comenzó a practicar tenis, un deporte que le ha traído tanto alegrías como desafíos. La tenista ha enfrentado numerosas lesiones a lo largo de su carrera, lo que ha hecho que su camino hacia el éxito no sea fácil.
«Mi sueño es ganar un Grand Slam. Es la razón por la que me levanto todos los días», afirma Paula. Esta ambición la impulsa a seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles. La tenista reconoce que la gestión de la frustración es parte de su vida y que ha aprendido a levantarse después de cada caída, una lección que atribuye a su madre. Mireia, quien ha tenido que ser fuerte y resiliente en su propia vida, ha sido una fuente de inspiración constante para Paula.
«Ella es una mujer muy fuerte, desde muy joven se tuvo que espabilar. Es una superviviente», dice Paula sobre su madre. Mireia, por su parte, expresa su orgullo por sus hijas y reconoce el sacrificio que ha significado apoyar la carrera de Paula. «Fue un gran sacrificio, pero también he tenido una gran recompensa. Paula siempre ha sido una niña muy voluntariosa, con las ideas muy claras», comenta.
### La Relación entre Hermanas
La relación entre Paula y su hermana Jana es igualmente especial. Jana, de 17 años, estudia bachillerato en línea y aspira a ir a la universidad en Estados Unidos. A pesar de la distancia y de que Paula ha tenido que viajar mucho por su carrera, ambas han mantenido una conexión cercana gracias a la tecnología. Paula intenta que su hermana la acompañe en sus viajes siempre que sea posible, ya que valora profundamente el tiempo que pasan juntas.
«Tengo una relación muy estrecha con mi hermana. Intento que se venga a menudo conmigo porque es algo necesario para mí», comparte Paula. Esta cercanía familiar es fundamental para la tenista, quien ha tenido que lidiar con la soledad que a veces acompaña a su carrera. La familia se convierte en un refugio en momentos de incertidumbre y dolor.
Paula también menciona que disfruta de actividades simples cuando tiene tiempo libre, como pasear, ir al cine o simplemente pasar tiempo con su familia. A pesar de su vida ajetreada como atleta profesional, encuentra en estos momentos de tranquilidad una forma de equilibrar el estrés que conlleva su carrera.
La historia de Paula Badosa es un testimonio de la importancia de la familia en la vida de un atleta. A través de los altibajos de su carrera, el apoyo incondicional de su madre y hermana ha sido un pilar fundamental. Mientras se prepara para el US Open y enfrenta nuevos desafíos, Paula continúa buscando la fuerza en su familia, recordando que, a pesar de las dificultades, siempre hay motivos para sonreír y seguir adelante.