La conmemoración de los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils se convierte en un acto de memoria colectiva que trasciende el dolor individual. Este año, al cumplirse ocho años de la tragedia, diversas localidades de Catalunya se preparan para rendir homenaje a las víctimas, recordando no solo a los fallecidos, sino también a aquellos que sobrevivieron y llevan consigo las cicatrices de aquel fatídico día.
El epicentro de los homenajes será, una vez más, la Rambla de Barcelona, donde se llevará a cabo una ceremonia a las 10:00 horas en el pla de l’Os, justo sobre el mosaico de Joan Miró. Este lugar se ha convertido en un símbolo del dolor y la resiliencia de la ciudad, ya que fue donde la furgoneta que perpetró el atentado se detuvo tras embestir a la multitud. Este acto reunirá a autoridades, familiares y ciudadanos que desean recordar y honrar a las 368 víctimas, de las cuales 16 perdieron la vida.
Más allá de Barcelona, otras localidades también se suman a este esfuerzo de recordar. Sant Adrià de Besòs, por ejemplo, tiene una conexión especial con el 17A, ya que varios de sus vecinos fueron afectados directamente. En este municipio, se descubrirá una placa en memoria de las víctimas a las 18:00 horas en la plaza Guillermo Vidaña, un espacio que ya alberga un árbol plantado en honor a José Luis Ruiz Casado, un concejal asesinado por ETA hace 25 años. Robert Manrique, un superviviente del atentado de ETA en Hipercor, enfatiza la importancia de que cada localidad reconozca a sus víctimas, señalando que «es crucial que haya ciudades y pueblos que se añadan a dar respaldo, recuerdo y respeto a las víctimas del terrorismo».
### Ceremonias y actos de recuerdo en diversas localidades
Además de los actos en Barcelona y Sant Adrià, otras localidades como Ripoll y Cambrils también han programado ceremonias para recordar a las víctimas del 17A. En Ripoll, se llevará a cabo una ofrenda floral a las 19:00 horas en un monolito inaugurado en 2024, que recuerda a los jóvenes que perpetraron la matanza. Este acto ha generado controversia, ya que se ha vetado la presencia de representantes de la comunidad musulmana, lo que ha suscitado críticas sobre la inclusión y el diálogo en torno a la memoria de los atentados.
En Cambrils, el homenaje se realizará el lunes a las 10:00 horas en el Memorial de la Paz, donde se recuerda a las víctimas de los ataques que tuvieron lugar en esa localidad. Este acto es especialmente significativo, ya que en Cambrils se vivieron momentos de terror cuando cinco terroristas acuchillaron a peatones, resultando en la muerte de una mujer antes de ser abatidos.
La importancia de estos homenajes radica no solo en el acto de recordar, sino en la necesidad de mantener viva la memoria colectiva. Manrique, quien ha estado involucrado en la atención a víctimas de terrorismo, destaca que es vital que las administraciones busquen a las víctimas y les informen sobre sus derechos. La falta de comunicación y apoyo a las víctimas es un tema recurrente que se ha manifestado en diversas ocasiones, y es un recordatorio de que el camino hacia la sanación es largo y requiere de un compromiso constante por parte de la sociedad.
### La relevancia de la memoria en la lucha contra el terrorismo
La memoria de los atentados del 17A no solo es un acto de homenaje, sino también una forma de resistencia contra el terrorismo. La conmemoración se convierte en un espacio donde las víctimas de diferentes grupos terroristas, como ETA y el yihadismo, pueden unirse en un acto de solidaridad. Este año, se espera que víctimas de diferentes orígenes y experiencias se reúnan en la Rambla, simbolizando la unidad frente a la violencia.
Además, se realizarán minutos de silencio en eventos deportivos, como la carrera de montaña ‘trail’ del Moixeró en Bagà, donde se guardará un minuto de silencio antes de la salida. Este gesto, aunque pequeño, es significativo en la construcción de una cultura de memoria y respeto hacia las víctimas del terrorismo.
La conmemoración del 17A es un recordatorio de que el terrorismo deja huellas profundas en la sociedad. Mantener viva la llama del recuerdo es esencial no solo para honrar a los que han perdido la vida, sino también para apoyar a aquellos que han sobrevivido y que continúan lidiando con las secuelas de la violencia. En un mundo donde el terrorismo sigue siendo una amenaza, la memoria se convierte en un acto de resistencia y un llamado a la paz, recordando que la violencia nunca es el camino a seguir.