Saúl Craviotto, un nombre que resuena con fuerza en el mundo del piragüismo, ha dejado una huella imborrable en la historia del deporte español. Con seis medallas olímpicas a su nombre, es el deportista español más laureado en la historia de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, tras su reciente éxito en París 2024, Craviotto se encuentra en una etapa de reflexión sobre su carrera y su futuro en el deporte que ha sido su vida desde la infancia.
### Un momento de pausa y reflexión
Después de su victoria en los Juegos Olímpicos de París, Craviotto se tomó un tiempo para alejarse de la competición. En una reciente entrevista, el piragüista confesó que había prometido no acercarse a una piragua durante un tiempo, aunque rápidamente se dio cuenta de que eso era imposible. «La piragua es mi vida», afirma, y aunque ha estado disfrutando de un merecido descanso, no puede resistir la tentación de volver a subirse a su embarcación.
En este periodo de relax, Craviotto ha estado ocupado con su familia y otros compromisos, como su participación en el Sports Summit Madrid. En el evento, habló sobre su presente y futuro, dejando abierta la posibilidad de competir en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Sin embargo, también es consciente de que la vida ha cambiado para él. Con 40 años y tres hijas, las prioridades son diferentes. «Si estuviera soltero, iría a Los Ángeles, a Brisbane y a donde sea», comenta, pero ahora tiene que considerar muchas variables en su vida.
Craviotto se encuentra en una fase de ‘stand-by’, donde la ambición de competir ha disminuido, aunque no ha desaparecido por completo. «La satisfacción profesional ya la tengo cubierta, no tengo que demostrarme nada a mí mismo», dice, aunque reconoce que la pasión por el piragüismo sigue viva en él. La idea de volver a la competición no le resulta descabellada, pero sabe que tendría que ganarse su lugar en el equipo, enfrentándose a jóvenes talentos que también buscan su oportunidad.
### La relación con el piragüismo
La conexión de Craviotto con el piragüismo va más allá de ser un simple deporte; es una parte intrínseca de su identidad. Desde que era niño, ha estado rodeado de piraguas, gracias a su padre, quien también fue piragüista. «No concibo mi vida sin el piragüismo», afirma, y describe la experiencia de navegar como algo casi espiritual. Para él, estar en una piragua es una forma de relajación, aunque reconoce que las competiciones son un desafío físico y mental.
A pesar de su éxito, Craviotto no siente la necesidad de aferrarse a su estatus como el deportista español con más medallas olímpicas. «No le doy mucha relevancia a eso», dice, y prefiere centrarse en su trayectoria y en haber estado en la cima del deporte durante cinco ciclos olímpicos. La cantidad de medallas, según él, depende del deporte y de las circunstancias, y lo que realmente valora es la consistencia y la dedicación a lo largo de su carrera.
En este momento, Craviotto no siente la presión de competir. A pesar de seguir entrenando, ha optado por un enfoque más relajado, similar al que adoptó después de los Juegos de Río 2016. En ese entonces, se tomó un año sabático que le permitió recargar energías y explorar nuevas oportunidades, como su participación en el programa de televisión MasterChef, donde se coronó campeón. Este tipo de descanso, según él, es esencial para evitar el agotamiento que puede surgir de estar constantemente en el centro de atención y bajo presión.
La vida familiar también juega un papel crucial en su decisión de continuar o no en el deporte. Ser un buen padre y un deportista profesional a tiempo completo es un equilibrio difícil de lograr. Craviotto reconoce que hay sacrificios que hacer, como no poder disfrutar de actividades familiares comunes debido a su régimen de entrenamiento. Sin embargo, está decidido a ser un padre presente para sus hijas, lo que añade una capa adicional de complejidad a su carrera deportiva.
A pesar de no haber ganado el Premio Princesa de Asturias, Craviotto se siente honrado por haber sido nominado. Para él, el reconocimiento es un reflejo de su dedicación y esfuerzo, y aunque le gustaría haber ganado, se alegra de que el premio haya sido otorgado a una figura tan relevante como Serena Williams.
En resumen, Saúl Craviotto se encuentra en un momento de su vida donde la reflexión y la familia son tan importantes como el deporte. Aunque la posibilidad de volver a competir sigue abierta, su enfoque actual es disfrutar de la vida y de su familia, mientras mantiene viva la pasión por el piragüismo que lo ha acompañado durante toda su vida.