La reciente decisión de la Federación Española de Fútbol de nombrar a Sonia Bermúdez como nueva seleccionadora del equipo femenino ha generado una mezcla de expectativas y escepticismo. La salida de Montse Tomé, quien no renovó su contrato tras la Eurocopa, dejó un vacío que muchos esperaban que se llenara con una figura de mayor experiencia en el fútbol profesional. Sin embargo, la elección de Bermúdez, quien hasta ahora dirigía a la selección sub-23, ha suscitado dudas tanto en el vestuario como en el entorno del fútbol femenino en España.
### Trayectoria de Sonia Bermúdez en el Fútbol Femenino
Sonia Bermúdez es una figura conocida en el ámbito del fútbol femenino español. Nacida en Vallecas, su carrera como futbolista comenzó en el Butarque Leganés, y a lo largo de los años ha jugado en varios clubes, incluyendo el Sporting de Huelva y el Rayo Vallecano, donde ganó su primer gran título, la Copa de la Reina en 2008. Su paso por el FC Barcelona (2011-2015) fue particularmente destacado; allí ganó cuatro ligas y una Copa de la Reina, convirtiéndose en la máxima goleadora de la liga durante cuatro temporadas consecutivas. Su récord de 123 goles en 141 partidos fue un hito en la historia del club, hasta que fue superado por otras jugadoras como Jenni Hermoso y Alexia Putellas.
Después de su exitosa carrera como jugadora, Bermúdez se retiró en 2020 y rápidamente se adentró en el mundo de la dirección técnica. Comenzó como seleccionadora sub-15 y luego ascendió a la sub-23, donde logró importantes victorias, incluyendo el Europeo sub-19 en 2023 y 2024. Sin embargo, su falta de experiencia en el fútbol profesional ha sido un punto de crítica, especialmente en un momento en que el equipo nacional busca consolidar su posición en el panorama internacional.
### Reacciones y Desafíos en el Nuevo Cargo
El nombramiento de Bermúdez ha sido recibido con una mezcla de reacciones. Por un lado, su cercanía con muchas de las jugadoras, con quienes ha compartido vestuario, podría ser un factor positivo en su gestión. Sin embargo, la relación inicial entre la nueva seleccionadora y el vestuario no ha sido la más óptima. Algunas futbolistas han expresado su descontento con la decisión, lo que podría complicar su labor en un entorno que ya ha sido tenso en el pasado.
Uno de los aspectos más controvertidos de su nombramiento es su participación en la asamblea donde el ex-presidente Luis Rubiales pronunció su famoso discurso de «No voy a dimitir». Bermúdez fue vista aplaudiendo esa intervención, lo que ha generado críticas y dudas sobre su capacidad para liderar un equipo que busca dejar atrás los escándalos y construir un futuro más sólido y unido.
La falta de experiencia en la gestión de un equipo profesional es otro de los puntos que han suscitado escepticismo. Tanto Tomé como su predecesor, Jorge Vilda, también carecían de esta experiencia, lo que ha llevado a cuestionar la estrategia de la Federación de promover a entrenadores de su propia estructura en lugar de buscar figuras con un historial más robusto en el ámbito profesional.
A pesar de estos desafíos, Bermúdez tiene la oportunidad de demostrar su valía. Su conocimiento del fútbol femenino y su experiencia en categorías inferiores podrían ser clave para desarrollar el talento joven y fomentar un ambiente de trabajo positivo. La presión estará sobre sus hombros para demostrar que puede llevar al equipo a un nuevo nivel, especialmente con la próxima competición internacional en el horizonte.
La comunidad del fútbol femenino en España está observando de cerca cómo se desarrollará esta nueva etapa bajo la dirección de Sonia Bermúdez. La expectativa es alta, y aunque existen dudas, también hay un deseo de ver cómo esta exjugadora se transforma en una líder capaz de guiar a su equipo hacia el éxito en el escenario mundial. El camino no será fácil, pero la historia del fútbol femenino en España está llena de sorpresas y logros, y Bermúdez podría ser la próxima en escribir un capítulo memorable.