La Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha expresado su descontento con la gestión del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en su primer año de gobierno. En un comunicado emitido el 8 de agosto, la ANC no ha escatimado en palabras duras, acusando a Illa de «vender humo con cara de sepulturero» y de no abordar los problemas más acuciantes que enfrenta Catalunya. Esta crítica se produce en el marco del primer aniversario de su investidura, un evento que la ANC considera marcado por un pacto con ERC y Comuns que, según ellos, ha llevado a la región a una situación de estancamiento.
La ANC ha recordado la «infame jornada» en la que Illa asumió el cargo, señalando que en ese momento el expresidente Carles Puigdemont era perseguido por un despliegue desmesurado de los Mossos d’Esquadra. La organización independentista ha argumentado que, en lugar de ofrecer soluciones concretas a problemas como la vivienda, el caos en el sistema de transporte Rodalies o la situación del sistema educativo, el Govern de Illa ha optado por estrategias de marketing que no abordan las dificultades reales de la ciudadanía.
### Críticas a la gestión del Govern
La ANC ha enumerado una serie de compromisos que, según ellos, no han sido cumplidos por el gobierno de Illa. Entre estos compromisos se encuentran la construcción de una solución al conflicto político mediante una «Convención Nacional», el impulso de un sistema de financiación singular y el refuerzo del reconocimiento nacional de Catalunya, especialmente en lo que respecta a la lengua catalana. La organización ha señalado que, en lugar de avanzar en estos temas, el Govern ha centrado su atención en lo que consideran una «españolización de Catalunya».
Además, la ANC ha criticado el fomento del monarquismo y la acción exterior del Govern, que, según ellos, busca exhibir el final del conflicto en lugar de abordar las necesidades de la población. La percepción de que el gobierno de Illa ha apoyado incondicionalmente sentencias judiciales contrarias a la causa catalana ha generado un descontento creciente entre los votantes independentistas. La ANC ha advertido que el abismo entre estos votantes y los partidos independentistas como ERC, Junts y la CUP se ha agudizado, lo que podría tener repercusiones en futuras elecciones.
La organización ha hecho un llamado a retomar el camino hacia la secesión, argumentando que no existen soluciones autonomistas ni españolas que puedan afrontar los retos que Catalunya enfrenta en el siglo XXI. En su comunicado, la ANC ha apelado a una supuesta «amenaza de desaparición» para instar a la ciudadanía a encontrar el «coraje necesario» para combatir lo que consideran un «Estado opresor». Este mensaje resuena en un contexto en el que el independentismo catalán busca revitalizar su base de apoyo y reactivar el debate sobre la autodeterminación.
### La respuesta del Govern y el futuro del independentismo
Ante estas críticas, el Govern de Salvador Illa ha defendido su gestión, argumentando que han trabajado en múltiples frentes para mejorar la situación en Catalunya. Sin embargo, la ANC sostiene que los resultados no son visibles y que la percepción de la ciudadanía es que el gobierno ha fallado en sus promesas. La situación se complica aún más con la proximidad de futuras elecciones, donde el independentismo deberá demostrar su capacidad para unir fuerzas y presentar una alternativa sólida a los votantes.
La ANC, bajo la presidencia de Lluís Llach, ha manifestado su intención de seguir presionando al Govern para que cumpla con sus compromisos y aborde de manera efectiva los problemas que afectan a la población. La organización ha enfatizado la necesidad de un cambio de rumbo que permita a Catalunya avanzar hacia la autodeterminación, un objetivo que sigue siendo central en la agenda independentista.
A medida que el debate sobre la independencia de Catalunya continúa, la ANC y otros actores políticos deberán encontrar la manera de movilizar a la ciudadanía y generar un consenso que les permita avanzar en sus objetivos. La crítica al Govern de Illa es solo una parte de un panorama más amplio en el que el independentismo busca reafirmar su relevancia y capacidad de respuesta ante los desafíos actuales. La presión sobre el gobierno catalán podría intensificarse en los próximos meses, a medida que se acerquen las elecciones y la necesidad de una estrategia clara se vuelva más urgente.